En la actualidad, la evaluación de riesgos físicos en el trabajo es una medida establecida en materia de seguridad y salud, lo que ha contribuido a una disminución significativa de la incidencia de accidentes laborales en muchos países industrializados. Sin embargo, los cambios profundos en la naturaleza del trabajo, como la creciente digitalización o el aumento sustancial del trabajo de servicios, dan como resultado un aumento de riesgos psicosociales en el trabajo. Estos riesgos tienen su origen en el diseño, la organización y la gestión del trabajo deficientes, así como de un escaso contexto social en el trabajo.

La percepción de los trabajadores de un ambiente psicosocial deteriorado aparece asociada a mayores niveles de ausentismo. Las malas prácticas gerenciales y el liderazgo destructivo han mostrado efectos nocivos en el clima organizacional psicosocial y en el bienestar individual de los trabajadores. Sin embargo, un número creciente de organizaciones se están interesando en programas que promuevan el bienestar de sus empleados y en la gestión de estos riesgos psicosociales. Una empresa puede organizarse para promover entornos de trabajo saludables generando resultados positivos en la productividad, disminuyendo el ausentismo y el aumento del rendimiento de los trabajadores.